1 de agosto de 2019

Anochece y es verano

Anochece y es verano,
y es domingo
Las ventanas se enmarcan de sombras
y bajo una brisa breve,
las cortinas abren sus pestañas.
Anochece y hace tiempo que…

Estéril cae a mi regazo, el libro que leía
-olvidado-
¡ay, si fueses libro!
A oscuras asomo a la ventana,
aspiro el aroma del jazmín,
a borbotones, como poseída.
Y en las  cenizas abisales
de mis agallas
se fractura la tristeza.
©©Trini Reina/Verano de 2018
De “La aridez de la tormenta
Obra de An He

26 de julio de 2019

Gira la soledad en su esfera


                                                 
Gira la soledad en su esfera,
silente como procede.

A ras de noche gira,
sin detener
los cinco picos de su rueda.
Gira sin cesar de enaltecerse,
mostrando su sed irónica.
Gira sin cesar
en su empeño nocturnal
de morderme.
 ®Trini Reina/2018
De “La aridez de la tormenta”
Obra de Alexey Slusar

22 de julio de 2019

Remembranzas

¿Qué hacía ella allí? En aquél patio de vecinos semivacío, acompañando a aquella anciana casi ciega, sin nada que decir y ansiando volver a su casa; con sus muñecas acaso, con sus cuadernos quizá, con su retraimiento seguramente. ¿Dónde estaban los novios que tenía que “guardar”? La habían dejado allí, a la sombra de la abuelita, y marchado a algún asunto, ahora olvidado tras la cortina de los años.

Sintió cómo la incertidumbre galopaba por sus arterias y el silencio erigió un panel en su garganta ¿O era obra de las lágrimas reprimidas? Permaneció allí, sentada en una sillita baja de enea, acompañando a la viejita, tan muda como ella, en medio del gran patio. Al menos, a sus diez años, lo percibía kilométrico.

La anciana abandonó su hamaca y entró a la casa. Trasteó a tientas por ella y encendió la televisión, luego marchó hasta la mínima cocinilla y allí se quedó. Desde el patio, aunque no se veía, sí escuchaba el Telediario de la noche. Hablaban de que el hombre había puesto, por primera vez, un pie en la luna…

La niña, entonces, elevó sus asoleados ojos al cielo nítido de julio y allí, serena, irradiaba Selene ¿Fue la primera vez que tuvo plena conciencia de ella? Nunca la había mirado con tanta profundidad y anhelo. Distinguía sus manchas, montañas, le parecían tan distante y minúscula. Por primera vez en esa tarde-noche, no se sintió fuera de lugar y perdió la sensación de desamparo, mientras buscaba al hombre que paseaba por la luna, con la esperanza de divisarlo, desde la oscura planicie del patio.

©Trini Reina/Julio de 2009

18 de julio de 2019

Cesa un instante el día

Cesa un instante el día
de dolerme.
El sopor traspasa mis huesos
que reposan.
Una copa se entibia
entre mis dedos.
La alzo, y brindo
con mi soledad de cabecera.
El vino de naranja hace más llevadero
este maridaje que compartimos.
Rito que nunca precisó
arras ni azahares.
©Trini Reina/ Verano de 2018
De “La aridez de la tormenta”
Obra de Andre Kohn

10 de julio de 2019

Se rinde el paisaje

Se rinde el paisaje
a la monotonía del estío.
Amarillean las hojas de polvo,
que no de otoño.

La boca del verano agosta
las flores del jardincillo
que pierden matiz y lozanía.
El sol acuchilla la tierra
devastada de arideces
y la calima achicharra
pupilas y siembra.

El viento traspasa y quema
y la solana parece eterna.
Los reptiles campan al sol
y zigzaguean
turbando al silencio.
Huyen los pájaros.
Claman agua sus alas
y hacia ella emigran.

Las estrellas asomarán
al último gong de campana.
La cal solloza
lágrimas blancas.
©Trini Reina
De” La aridez de la tormenta”
Verano de 2018
Pintura de Sally Rosenbaum


5 de julio de 2019

El parque es ceremonia de silencio


El parque es ceremonia del silencio.
Ya segaron color y flores
y ahora solo esgrime verdes
que oscilan
del glauco al verdinegro.

Casi las diez de esta mañana
nublada de verano
y el gallo aún canta.
El día es un libro de noviembre
y parece suspendido en el aire.
El calor recién despierta y ya sofoca.
No cejo y camino.
Camino en precario equilibrio.
Esponja sin huecos, me siento.
Ascua en flor de tristura.
©Trini Reina/Verano de 2018
De “La aridez de la tormenta”
Pintura de Obra de Casey Baugh


28 de junio de 2019

Esta mañana...

Esta mañana
de cielos empolvados
con calimas y verano
cuyo desgarre he de vencer
con voluntad de trapo.

Esta mañana
de horas hilvanadas
con el más torpe de los hilos
en que mis huesos
-singulares-
tintinean descoyuntados.

Esta mañana
falta de cultos y halagos
me siento pez
que confunde
redes con sargazos.
©Trini Reina/Verano 2018
Pintura de Francesca Strino

23 de mayo de 2019

En los claroscuros...

En los claroscuros
de la tarde,
cuando el cuerpo
pide noche,
a ralentí, la memoria
se quita la blusa
y libre de seda y  testigos
desnuda sus secretos.
La lámpara apenas alumbra
las gafas y el libro
rendido en mis manos.
El gato entra en la estancia,
ronronea,
y con premura rompe
el hechizo que me cautivara.
©Trini Reina/Verano de 2018
De La aridez de la tormenta
Obra de Franz Marc

11 de mayo de 2019

La esperanza...

La esperanza
es trampolín que alza o desciende
según la luminaria que lo sostiene.

Cuando sombra,
el desasosiego alcanza
abismos imposibles.

Cuando sol,
la alegría se encumbra
como águila soberana.
©Trini Reina/Verano de 2018
De “La aridez de la tormenta”

Obra de Steve Hanks                                                                           

9 de mayo de 2019

Adaptación (De lo Cotidiano)

Hace unos días, en mi última visita al oncólogo, entró en la consulta el Doctor Luis de la Cruz; Jefe de Servicio de Oncología Médica en Hospital Universitario Virgen Macarena. Me preguntó si yo era Trinidad, a lo que, por supuesto, asentí. Y me dijo entre otras cosas, que no vienen al caso; que he de ser consciente y  considerarme una sobreviviente…
Más tarde, otro día, leo en una novela casi intrascendente, esta frase: “El que sobrevive no es el más fuerte, sino el que mejor se adapta…”
Busco el dicho en Google y veo que su autor fue  Charles Darwin. Quién dice: "No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que mejor se adapta a los cambios".
Y, otra cosa no, pero adaptarme a los cambios que esta enfermedad ha causado a mi vida creo que lo he hecho con celeridad y sin demasiado trauma. Aunque bien es cierto que con algo de dolor.
El pelo, que es lo de menos, la figura, la movilidad, los días cedidos a la cama; al hospital, al sueño impuesto… El bastón, el andador, la cuasi invalidez. La pérdida de autonomía, el depender de otra persona, el no poder tirarme al suelo mientas abrazo a mi nieta ni cogerla en brazos ni…

En fin…que seguiré adaptándome a la pérdida de mi íntima libertad hasta el último suspiro.
Trini Reina/ Mayo 2019

30 de abril de 2019

Horas entretejidas...


Horas entretejidas
de sol y tristeza.
Es obscena la luz
cuando reverbera
en el abismo.

No tiene indulgencia
el aguijón
de este gris irascible
que me nubla.
 ©Trini Reina/ Verano 2018
De la aridez de la tormenta
Obra de Dennis Perrin

20 de abril de 2019

El griterío de los pájaros...

El griterío de los pájaros
que se congregan
en las frondas del ligustro,
esta tarde de martes y estío,
asorda el soliloquio cotidiano.

Bajo el influjo del caos disonante,
la soledumbre sin causa que me vive,
se intimida y me liberta,
a fuerza de gorjeos invisibles,
de presurosos agitar de alas;
del ir y saltar y volver
de rama a hoja y rama…

Todo el sol del verano
se funde
 -cuando atardece-
en la verbena incombustible
de los pájaros de mi calma.
©Trini Reina/Verano de 2018
 Imagen de la red

13 de abril de 2019

Avenate...

La garra de un velociraptor penetra
hurga y desgarra
(una y otra vez
 una y otra vez )
la herida inconcreta de mi espalda.
©Trini Reina/abril de 2019
Pintura de Eduardo Argüelles

10 de abril de 2019

Cielo vespertino que alienta...

Cielo vespertino que alienta
en mis ojos la penumbra.
Desde mi ventana observo
crecer las sombras
y mi piel se unge de melancolía.
Memoria de otras tardes
en que los violetas tardíos
me trasminaban de alegría.
©Trini Reina/Verano de 2018
Obra de Frederick Childe Hassam

26 de marzo de 2019

Cotidianidades: Cosas de niños

Cosas de niños…

Dice mi nieta  Graciela, que las comidas que más le gustan, las que  más buenas están, son las que come en mi casa, el día que  le toca comer con el abuelo y conmigo.

Yo la miro con sonrisa complacida y un deje de dolor de ausencia en los ojos, y me consuelo sabiendo que, también por el estómago se ganan muchos corazones.

Cosas de niños. Sencillamente.

Trini Reina/2019

19 de febrero de 2019

En el lugar de las alas

Justo en el lugar de las alas
me ha crecido un dolor
jíbaro
sin camuflajes.

Crudo
filoso
puro aquelarre.
De boca abierta
y mordida de alacranes.

Candidato al Nobel del mal
de acritud inmutable
Exquisito en su constancia
certifica
que nació para quedarse.
©Trini Reina/2018
De “La aridez  de la tormenta”
Obra de Mattlin Scott 

31 de enero de 2019

Pequeñez 86

La noche templa mis derrotas
las humaniza
las confunde conmigo
nos hace una…
®Trini Reina/2018
De “La aridez de la tormenta”

24 de enero de 2019

Árida de llanto

Árida de llanto
árida de dios
árida de huesos
árida de ímpetu
Contumaz en la aridez.
Poseída.

El agua es canto pálido
que no alcanzo.
Acequia lejana.
Secadal
que sobre si se vierte.
®Trini Reina/2018
De “La aridez de la tormenta”

15 de enero de 2019

La mañana bosqueja mapas

La mañana bosqueja mapas
en la ventana
a la que asomo buscando
asignaturas inalcanzadas.

Relaciono aire,
con vuelos imposibles,
y el chalet de frente
es nave que se mece a la espera,
que a partir me decida.

Confundo cielo
con pájaros soberbios,
que van sin alas,
porque me las cedieron.
Y  los árboles famélicos
del parquecillo
donde entretengo la mirada,
los transfiguro
en selva de flora fascinante.
Los autos son estrellas evasivas
Y la gente que pasa,
-caminando por deporte-
son actores interpretando
guiones triviales
en los cuales me incluyo como extra
o actriz principal.

La taza de café,
-a medio beber-
entre mis manos
se volvió fría.
Será que por un rato
la calle se nevó de magia.
®Trini Reina/2018
De “La aridez de la tormenta”

13 de enero de 2019