Hay hechos
extremadamente íntimos, como el nacer y el morir. Yo añadiría también la
enfermedad... Solos e íntimamente nos enfrentamos a ellos; por muchas personas
o parafernalia que nos acompañen, o lo parezca, a la hora de...
Solos. Solos hemos
de encontrar coraje para nacer, para sanarnos, para morir.
Podríamos decir
que, pensando así, más nos valdría no esperar nada de nadie; pero eso ya sería
el colmo del vacío del vivir. Así que continuemos: en la alegría, la agonía, o
el dolor, dando y dándonos ejemplo, y sigamos, íntegros, combatiendo contra el
tesón de la soledad.
marzo de 2014
Mis fotos
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.