No tolero nudos ¿Qué
digo nudos?
Ni para la liviandad de la seda, aliento tengo.
Ni para la liviandad de la seda, aliento tengo.
Un roce de alga me
derriba.
Mi silueta pesa
como un siglo.
La palabra compromiso me aplasta.
Obligación es un acantilado
que sobre mí se
desploma.
Las gasas del
afán,
la luxación de las
ganas,
el humo de las
venas duplican
el cansancio de
remiendos
en la leve
envergadura que soy.
Me tiranizan las
astillas del calendario,
el acero del ¡ven!
las espinas del
¡ya!
Ni certeza ni
asombro osen
por un minuto
importunarme.
Mi osadía es descampado
Mi osadía es descampado
donde, infecundas,
languidecen las raíces.
¡Déjenme estar así!
Así: quieta, tributaria
del vacío,
prodigada a la
desidia
que la katana del
azar me impone.
Así, inmóvil y cuestionándome
como asesino esta
debilidad
que eligió a mi
coraza
y en ella (con
clavos) ponderó su nido.
©Trini Reina/junio 2017
Pintura de Margarita Georgiadis
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.