6 de agosto de 2017

Calladamente...

Todo lo que era mío,
lo innato y lo adquirido,
abandonarse desea.

Desnuda
-más incluso que cuando nací-
me voy.
Sin gloria me alejo,
pero libre.

Ya ni la carcasa me pertenece,
ni las vértebras
de esta osamenta al fracaso dictada.
Sin hostilidad marcho
y calladamente.

Si me ves desdibujarme,
dime adiós
y ahórrate el pañuelo.
Aquí dejo el dolor,
al fin lo vencí.
A la inmensidad me lego.

Desvestida de temor y sin sudario,
transparencia, sal,
polvo inasible al viento,
sin gloria, pero libre,
me alejo…
©Trini Reina/abril 2017

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