6 de febrero de 2018

Un día como tantos...(De lo cotidiano)

Cuando requieres silencio y alguien, a tu lado, pone rock a gran volumen.
Cuando quisieras llevar  gafas que solo capten la belleza.
Cuando deseas hallarte frente al mar y sólo estás en la autopista.
Cuando ansías que brille el sol y el azul, pero una lluvia impertinente mancha las lunas del auto.
Cuando todo es gris: el día, los  árboles, el asfalto.
Cuando reparas en la Torre Pelli, tan ajena.
Cuando la gente corre sin sonrisa y con paraguas.
Cuando sabes que no podrás comprar todos los pañuelos de los semáforos.
Cuando, en la parada del bus, la gente no se mira porque sus ojos están atados al móvil y a sus dedos.
Cuando el listo de la mañana comete una infracción y ni se inmuta.
Cuando la Policía asiste en un accidente y, mientras curioseas, casi te das de bruces con el que te precede.
Cuando admiras la Torre de los Perdigones y crees ver un faro.
Cuando te santiguas ante la Basílica y te suspendes en Las Murallas.
Cuando giras hacía el Parlamento, tan soberbio y callado.
Cuando a sus puertas ondean las pancartas y los gritos de los que,
con los pies y el ánimo encharcados, se revelan.
Cuando llegas a destino y te llaman y pasas…
Cuando de regreso llevas rehabilitada la decepción y en cabestrillo la esperanza.
Cuando te preguntan ¿Qué escribes?  Y contestas: ¡Bobadas!


©Trini Reina/2014

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